Historias


Parte 1


Era principio del año escolar, sentí que no habría algo nuevo de contar, ni estaba emocionada con algo en particular, mi única preocupación era la famosa pregunta ¿Qué carrera estudiarás?, claro sabía lo que quería, pero mis padres no estaban de acuerdo, bueno al menos mi madre no y la opinión de mi padre no contaba mucho, puesto que él casi nunca estaba en casa, debido a su trabajo, él llegaba a los meses o al año a casa.


por otro lado mis amigas se sentían muy emocionadas,todas hablaban de las carreras que elegirían y lo contentos que estaban sus padres, otras estaban tristes por ser nuestro último año, mientras tanto yo no sabía que conversar con respecto a ello.


siempre amé el arte, la literatura e inclusive las matemáticas, mi sueño siempre fue estudiar en una escuela de arte y adquirir conocimientos para realizar hermosas pinturas callejeras, que hoy en día se conocen como street art,o arte callejero, pero mis padres consideran  ello como vandalismo.


Pasaban los días y los meses se hacían cortos, poco a poco el tiempo de elegir se terminaba, me inundaba el miedo de no poder ser lo que quisiera,de decepcionar a mis padres por intentar seguir mi sueño, estaba enloqueciendo lentamente, me encerré en mi burbuja y así se llegó el día del fin de año, recuerdo que un día antes mi mejor amiga me dejó de hablar.


Estaba a un paso de terminar, subí los escalones de ese viejo escenario de ceremonias, cantaron una canción de la amistad de la cual ni siquiera sabía la letra, miré alrededor y mi mejor amiga no estaba, ella faltó el último día, me odié por no pedir disculpas en el momento adecuado, mi mente  se inundó de lágrimas, las cuales se empozaron allí y no salieron y lo más patético de ese día fue, el que ninguno de mis papás se apareció para la "fotito".


Levante su tierna carita,- dijo la profesora de comunicación,. Tomaron la foto, hicieron intercambio de regalos y un compartir, hasta los auxiliares lloraron, menos yo, a pesar de todo no lo hice, siempre había considerado debilidad llorar en público, un profesor me preguntó si no me daba tristeza puesto que mi rostro se notaba sereno y denotaba frialdad, le dije son cosas de la vida el acabar solo indica un nuevo comienzo para cada una de nosotras y quizá nos volvamos a encontrar algún día y sonreí.



Luego almorzamos cerca del colegio, nos tomamos fotos, claro que en todas salía mal, ellas conversaban, reían, el ambiente comenzaba a ponerse molesto para mí, necesitaba ir a casa, encerrarme en mi cuarto y llorar hasta quedarme dormida.
Fue un día más, agregado al libro de mi vida, cuando llegué a casa mamá esperaba furiosa, no comprendía qué le había molestado tanto, me dijo.- esas son horas de llegar.-  Acaso ella intentaba hacerme sentir mal, después de todo, solo le dije que lo sentía y me dirigí a mi habitación, tiré mi mochila, me recosté en mi cama y miré el techo por largas horas, sentía que me quemaba el pecho pero no lloraba, golpeé la almohada y cerré mis ojos, traté de dormir pero el insomnio se apoderó de la noche.

Cuando parecía que el infierno iba a terminar escuché un golpe en la puerta, era mamá, me dijo estas son horas de levantarte, apresúrate, tenemos que ir a averiguar a la universidad.- mi intuición no era la correcta, este infierno recién comenzaba, me tapé de pies a cabeza, luego escuché unas llaves, ouch mi madre estaba abriendo la puerta de mi cuarto me levanté rápido y abrí mi ropero, cuando mamá entró ya me había cambiado.

El desayuno ya estaba puesto en la mesa, mi padre estaba con su taza de café, se le notaba ansioso, parecía que en cualquier momento me caerían un montón de misiles de todas las partes, agaché mi cabeza y traté de comer rápido para poder regresar a mi habitación.

Pensé que no me abordarían con preguntas, hasta que mi padre dijo.- ¿ vas a estudiar o te vas a casar como tu hermana?- tragué saliva y tartamudeando le dije voooy aaa estudiar.- me levanté, lavé mi plato y me fui a mi habitación.- escuché una discusión entre mis padres, ambos se culpaban por mi actitud, por una parte mi mamá le reprochaba a mi padre el que no estuviese con nosotros y que ella tenía que lidiar sola con nosotros, mi padre le decía que no había podido educarnos, que por  ella mi hermana no terminó la universidad y por su culpa yo iba a terminar igual, me tapaba los oídos pero los gritos cada vez se hacían más fuertes.









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